Epílogo
A pesar de que Mateo se ofreció a pagarle la universidad diurna a Rodrigo, él se negó, pues si seguía en la escuela nocturna, podía seguir al lado de su pareja todo el día, algo que al mayor no le disgustó en lo más mínimo, especialmente porque podían darse algunas escapadas en horario de oficina.
Minerva, la madre de Mateo, quería que su hijo y nuevo yerno, formalizaran pronto, pero no pudo convencerlos de una boda rápida y solo consiguió que se comprometieran, por lo que su amor, que ellos habían pensado mantener en secreto por un tiempo, fue conocido casi de inmediato por toda la disquera, especialmente por el reluciente anillo que Rodrigo portaba en su dedo anular, como seña de su amor.
Carmen, la madre de Rodrigo se sorprendió cuando el ojiverde se presentó a su casa, para pedirle permiso de andar de manera formal con el menor, pero no pudo poner objeciones, ya que su hijo era mayor de edad, por tanto, ambos tenían completa libertad de hacer lo que quisieran.
Las familias de ambos empezaron a frecuentarse y tanto la madre, como la hermana de Rodrigo, se sentían algo cohibidas por la vivacidad de Minerva, quien las trataba como si las conociera de años atrás, invitándolas no solo a comer, sino a vivir a su casa, algo que no aceptaron, pero no podían rechazar las atenciones de los padres de Mateo, quienes trataron de hacer que su vida fuera algo más tranquila.
Gabriel empezó a trabajar en la constructora de la familia Aramburo, lo que para Rodrigo fue una sorpresa, pero el castaño seguía viviendo con la familia de su amigo; a pesar de que tenía más solvencia económica, Carmen no quiso que se fuera, para que no estuviera solo, aunque había ocasiones que el de lentes salía de viaje por varios días, no solo con Dimitry, sino con Mikhail y en ocasiones, con ambos.
A mediados de junio, Rodrigo y Gabriel estaban por terminar otro semestre en la universidad nocturna y el pelinegro pasaba más noches en el departamento de Mateo que en su propia casa.
* * *
El teléfono sonaba insistente en la oficina, pero el menor no podía responder, pues su jefe no se lo permitía.
La pareja estaba en el sillón ejecutivo, dando la espalda a la puerta de la oficina, por si alguien entraba, aunque todo mundo sabía que, si Rodrigo no estaba en su escritorio afuera, era mejor esperar a que saliera, en vez de interrumpirlos, pues era probable que tuviesen algún asunto muy importante que tratar.
El pelinegro estaba sentado, sobre las piernas del mayor, de espaldas a él. Mateo lo había desvestido casi por completo y lo estaba penetrando mientras le besaba los hombros; una de sus manos acariciaba el torso con deseo y la otra estaba jugando en la boca de su pareja, introduciendo los dedos y jugando con la lengua. El universitario se sostenía en los descansabrazos, para poder mover su cadera con libertad, de arriba abajo, albergando la hombría de su pareja; gemía ahogadamente, succionando los dedos invasores en su boca y sentía su cuerpo arder ante las caricias lujuriosas de su compañero.
-Mat… – la voz del menor se escuchó en un débil murmullo, después de alejarse de la mano que tenía cerca del rostro – voy… yo…
El ojiverde sonrió, movió su mano libre, bajando por el torso de su pareja con rapidez, pero rozando con la yema de sus dedos, hasta que llegó al miembro erecto, masturbándolo con eficacia, como había a prendido que le gustaba al universitario; fuerte, firme, rápido y siendo algo rudo.
-Mi amor… – musitó el castaño contra la piel de la nuca – te amo…
Rodrigo no pudo resistirse a esa palabra, ni al tono de voz que el otro usó; el gemido se ahogó en su boca, porque movió su mano con rapidez para cubrirla, antes de gritar. Su cuerpo se tensó y por instinto, intentó cerrar las piernas, dificultando los movimientos de su pareja; el semen salió con fuerza ensuciando el piso y el resto empezó a escurrir por la punta, vertiéndose sobre la mano de Mateo. El castaño no se contuvo más, pues el interior de su prometido se contraía de manera intermitente, produciéndole placer; terminó liberando su semen en el interior del universitario y mordiendo la piel que tenía cerca, también para acallar el gemido que lo asaltó al llegar al clímax. Tenían un par de meses que habían dejado de usar condón, pues Rodrigo se había empeñado en experimentar qué se sentía y desde entonces, se hizo una práctica común para ambos.
Rodrigo se recargó contra el cuerpo de su pareja, respirando con agitación y sintiendo el aliento de Mateo contra su piel; llevó una de sus manos a su vientre y acarició con lentitud.
-Tibio… – musitó con emoción; sentía su interior inundado y eso le gustaba.
-No estuvo mal, para ser el desayuno – anunció el ojiverde repartiendo besos en la espalda y nuca del universitario, rozando con los dientes y en algunas partes succionó, para dejar unas marcas rojizas más notorias.
Mateo movió la mano impregnada con el semen de su novio, hasta la boca del mismo y le permitió probarse; Rodrigo aún se estaba recuperando de su reciente orgasmo, gimiendo quedamente por las caricias en sus hombros y nuca, pero al sentir la mano sobre sus labios, permitió que los dedos ingresaran a su boca, limpiándolos y succionándolos con deseo.
-Sí, el mejor desayuno… – admitió el universitario cuando terminó su tarea de limpiar, moviéndose para poder quedar de lado y besar a su prometido en la boca – amor… tengo que limpiarme – dijo contra los labios del mayor, pero sin atreverse a romper el contacto del todo.
-No… – el ojiverde le mordisqueó el labio inferior – hagámoslo una vez más… – las manos traviesas recorrieron el cuerpo del jovencito – sobre el escritorio de nuevo…
-No podemos…
-Sí, podemos – insistió – me encanta tenerte contra el mueble – dijo sin pudor – cundo te sujeto de las manos y no puedes cubrir tú boca, gimes con tanta fuerza que me excita más…
Rodrigo pasó saliva, sintiendo como el calor subía a su rostro; hacerlo en la oficina era casi un ritual diario, pero uno de los lugares más cotidianos, era contra el escritorio, justo después de que le llevara los primeros documentos del día.
Apenas estaban a solas en la oficina, el castaño lo besaba, hacían un lado las cosas, le bajaba el pantalón y a veces lo sentaba en la mesa, otras lo giraba y lo recostaba contra ella; le sacaba el juguete que él mismo le colocaba antes de salir del departamento y lo empalaba de un solo movimiento, porque gracias al lubricante que habían usado para introducir el juguete, ya estaba preparado para recibirlo. El universitario perdía rápidamente el control de sí mismo cuando ocurría eso y gemía sin pudor, arañando la superficie o regando los documentos que tenía cerca, sin pensar; eso le excitaba en demasía a Mateo, especialmente escuchar su nombre con ese tinte de súplica que su pareja hacía, mientras lo recibía.,
-Tienes una junta a las once – señaló el pelinegro alejándose un poco, a sabiendas que si no lo hacía, volverían a empezar – debes prepararte para ella o tu padre nos volverá a llamar la atención y aun no desayunas de verdad…
Mateo inclinó el rostro y mordió el cuello de su amante – no quiero… – dijo en tono infantil – dile a Claudia que me enfermé – se burló – y que te contagié – prosiguió – así nos vamos a casa temprano…
Rodrigo rió y expuso más su cuello – no podemos mentir todos los días – musitó, enterrando sus dedos en el cabello castaño, guiándolo por su piel, para que lo estimulara – recuerda que eso dijimos la semana pasada – un gemido lo interrumpió, pues Mateo succiono el cuello con algo de fuerza y terminó mordiendo la piel.
-Bien… – el mayor pasó la lengua dónde había quedado una marca notoria – odio cuando te pones en el plan de ‘asistente estricto’ – reprochó y le dio un último beso, antes de permitir que se alejara…
El pelinegro sonrió, pero no respondió, se movió con lentitud y permitió que el otro saliera de su interior, después se incorporó lo más rápido que pudo – debo ir a limpiarme – anunció recogiendo la ropa que estaba tirada y acomodando la que todavía portaba en su cuerpo.
-Yo también – Mateo se puso de pie rápidamente.
El universitario levantó una ceja y le puso la mano en el pecho – estoy hablando en serio – dijo con voz fría – solo limpieza, nada de tardarnos más o seguramente llegarás tarde a la junta…
El castaño hizo un mohín – está bien, pero quiero tener el placer de acomodártelo yo – sujetó el jguete que había quedado de lado – me gusta hacerlo – sonrió.
Obviamente la idea de Mateo era seguir en el baño, mismo que había sido remodelado por Mikhail unos meses antes, cuando la pareja empezó sus actividades sexuales en la oficina, así podían asearse rápidamente, pero ahora sabía que no iba a poder aprovecharse en esa ocasión.
Mateo tomó una ducha rápida, mientras Rodrigo se limpiaba más profundamente. El castaño se estaba poniendo otro traje, limpio y planchado, en el vestidor, desde ahí levantó la voz.
-¿Cuándo sales de vacaciones?
-La otra semana – respondió el menor desde el otro lado del cancel.
-Bien, entonces, pediremos vacaciones para principios de julio – anunció el mayor.
-Mateo, apenas voy a cumplir un año de trabajar aquí, no puedo pedir vacaciones tan pronto…
-Entonces, te despido y te recontrato al volver – sonrió el ojiverde frente al espejo, mientras se peinaba.
-¡¿Estás loco?! – Rodrigo abrió la puerta con rapidez – no puedes hacer eso…
Mateo lo miró de soslayo, se giró, se cruzó de brazos y se relamió los labios; el pelinegro aún traía restos de jabón en su cuerpo – ¿sabes que me estás seduciendo? – preguntó con diversión – podría olvidarme de esto – sujetó el juguete – y meter algo mucho mejor dentro de ti…
-No me cambies la conversación – regañó el universitario sintiendo sus mejillas arder – porque tanta insistencia en las vacaciones… – indagó tratando de volver a un tema menos vergonzoso.
-Porque quiero que vayamos a China – respondió el otro con rapidez.
-¿A China? – Rodrigo levantó una ceja – ¿por qué a China?
-Tengo ganas de ir, hace años no voy y quiero que me acompañes – se acercó a su pareja – así que, iremos a China para tu cumpleaños – sentenció y se acercó a besar al universitario – podríamos llamarla vacaciones ‘pre-luna de miel’ – susurró contra los labios del otro.
-No creo que podamos – musitó el menor.
-Ah, sí podemos, soy tu jefe, así que técnicamente, todo depende de mí – se alzó de hombros – y si no vamos de vacaciones, nos inventamos algún asunto de trabajo para ir – le restó importancia alejándose de su pareja – toma, ya está limpio – entregó el juguete.
-Pensé que querías meterlo tú – retó Rodrigo, al recibir el objeto.
-Si intento ponértelo, podría cambiar de opinión y hacer otra cosa – anunció Mateo, dando media vuelta para ir a terminar con su aseo.
-A veces eres un niño – Rodrigo pasó la mano por su cabello y sonrió – pero si ya decidiste lo del viaje, no puedo oponerme, ¿o sí?
-No, no puedes…
-Bueno, le avisaré a mi madre que no estaré algunos días en casa…
-No te preocupes, ella y tu hermana también irán, mi suegra y mi cuñada merecen vacaciones también…
-¡Mateo!
-¿Qué? – preguntó el ojiverde.
-Mi madre tiene trabajo y no creo…
-No necesita su trabajo – el castaño entornó los ojos – así que, no te preocupes…
-No creo que quiera dejar su empleo – sentenció el menor.
-Eso lo hablaré con ella, no contigo y si no puedo convencerla, mi madre seguramente lo hará – Mateo sonrió divertido – ahora, termina de asearte, ¿te recuerdo que estamos en el trabajo y tenemos que ir a desayunar?
Rodrigo entrecerró los ojos, mirando a su pareja con reproche, pues era el otro el que se había empeñado en detener sus labores para intimar – pues si logras convencer a mi madre, que lo dudo – dijo con seguridad – de todos modos le tengo que avisar a Gaby, porque no sé qué planes tiene él para el otro mes…
-Tengo entendido que Misha y Dima van a estar fuera de la ciudad por trabajo, seguramente se irá con ellos.
-Aun así, le avisaré.
-Bien, de acuerdo
El castaño empezó a lavar sus dientes y Rodrigo volvió a la regadera, dejando el juguete que había recibido momentos antes, en un pequeño pedestal, pues debía terminar antes de devolverlo a su lugar; el pelinegro estaba finalizando su aseo cuando escuchó la voz del otro.
-Estaré afuera…
Después de eso, el universitario dejó de escuchar ruido.
-Sigues siendo un niño caprichoso – musitó, pero sonrió divertido – aunque eres el niño más pervertido y sexy que hay – dijo con deseo – y me tienes bajo tu hechizo…
La puerta del cancel se abrió de golpe, asustando a Rodrigo.
-Te escuché – el ojiverde levantó una ceja – así que, ¿soy pervertido y sexy? – dio un paso al interior.
-Mateo, ¡te vas a mojar!
-No importa – sonrió y lo abrazó, quedando ambos bajo la ducha – aún tengo otro par de trajes de repuesto – buscó los labios de su prometido con ansiedad.
-Mateo… llegaremos… tarde… – el gemido se ahogó en la garganta del menor, pero no hizo ningún intento por alejarlo.
-Sí y le diré a mi padre, que fue tu culpa – se burló, moviendo las manos hasta las nalgas del universitario – pero vale la pena recibir un regaño si puedo pasar más tiempo contigo – sonrió de lado mientras sus dedos buscaban la entrada oculta de su pareja.
Las caricias volvieron a subir de intensidad y los gemidos de Rodrigo se escuchaban sin reserva; seguramente no irían a desayunar y Julio los regañaría por llegar tarde a la reunión de nuevo, pero Mateo estaba dispuesto a aceptar las consecuencias de sus actos, justo, como su amigo Mikhail le había dicho una vez.
Así era casi todas las mañanas y las noches eran aún más intensas, pero ambos estaban felices de cómo habían cambiado sus vidas y ninguno se imaginaba una rutina más dulce, que pertenecerse mutuamente.
* * *
Despedida.
Bien, esto es todo lo que hay de ‘Amigo secreto’, ‘Oportunidad’, Mateo, Rodrigo y todos los personajes que conocieron en esta historia. Tal vez no fue lo que muchos esperaban, pero, hice mi mejor esfuerzo y quedo satisfecha con el resultado, una vez más…
Como se dieron cuenta, esta pareja se me dificultó un poco, porque ambos eran al principio un manojo de inseguridades, por las dudas e incertidumbres que habían quedado desde el OS del año pasado, así que la historia se desarrolló, para muchos, lenta; lamentablemente, en un mundo ideal, no es como una película porno, de solo llegar y tener sexo y menos, cuando las personas realmente quieren algo serio. En este caso, Mateo principalmente, quería que las cosas se dieran por sentimientos de ambos y no por tener que obligar a Rodrigo, al pensar que éste no sentía nada, justo como había dicho en navidad; por otro lado, Rodrigo se sentía inquieto, pensando que Mateo se había desilusionado tanto, por lo que había ocurrido en navidad, que tenía miedo de que lo rechazara si le decía algo.
Muchas veces, las personas no nos atrevemos a decir lo que sentimos, por dudas e incertidumbres, además del temor al rechazo, por eso, algunos, se arrepienten después, pensando que las cosas pudieron suceder, si al menos hubiesen tenido el valor de decir algo (como Mateo y Dimitry que nunca se dijeron antes que sentían algo mutuo), pero de igual manera, el mundo no es perfecto y muchas veces, aunque algunos se atreven a decir lo que sienten, son rechazados y eso deja una huella que evita, más adelante, tener el valor de volver a hacerlo (lo que ocurrió con Rodrigo en ‘Amigo secreto’, al ser rechazado por Ximena).
Sé que para todos, incluyéndome, la historia parecía ser lenta, pero había razones del por qué los personajes no se atrevían a dar el paso y era algo que, aunque yo hubiese querido adelantar algunas cosas (especialmente la declaración y el primer beso de verdad), si lo hubiese hecho, hubiese sido muy forzado, demasiado; créanme que el planteamiento era que sucediera en el tercer capítulo (sin contar prologo) pero realmente, cuando lo leí, me parecía tan irreal, por todo lo que ocurría con el trasfondo de los personajes, que decidí cambiarlo.
Así mismo, el primer encuentro sexual de Mateo y Rodrigo, posiblemente para muchos resultó ser demasiado cursi o meloso, tanto que podría ocasionar un poco de nauseas (sí, algunas personas no soportan tanta miel y me incluyo) pero el carácter de ambos no permitía que el primer momento de sexo fuese más agresivo; sí, sé que en el manoseo en la oficina parecía que así sería, pero ustedes no saben hasta dónde iban a llegar o lo que podía ocurrir si lo hacían sin preparación. El sexo anal no es fácil y la primera vez menos XD por tanto, en una pareja, ambos sin previo conocimiento práctico, podrían cometer errores que hicieran de esa experiencia algo no muy grata; sé que en otras de mis historias, cuando el seme fuerza al uke, este al final termina disfrutando, pero tomen en cuenta que la mayoría (sino es que todos) son semes con algo de experiencia, algo de lo que Mateo carecía, así que, ¿cuál era la posibilidad de que Rodrigo terminara disfrutándolo?
Además, en toda la historia se notó que ambos se preocupaban por lo que el otro podría pensar o querer, aunque no parezca. Mateo quería que la relación se diese por cariño y amor mutuo, mientras que Rodrigo no encontraba la manera de demostrar sus sentimientos; así que, realmente, ¿piensan que uno u otro iba a querer que la primera vez pudiese irse al diablo solo por un arrebato?
No, Mateo no es Nyrn, ni Keroh, que siendo dríades, piensan que todo está bien, hagan lo que hagan (porque no entienden muchas cosas), se arriesgan sin pensar, solo por un razonamiento por demás ‘lógico’; Mateo es un chico bastante amable, dulce, tierno, noble, también infantil, sí, no lo niego, pero con más sentido común que nuestros Dioses de Natural y obviamente iba a buscar demostrarle a Rodrigo, de la manera más ‘romántica’ posible, lo que sentía. No soy buena escribiendo romance, por eso mis semes siempre son rudos, pero Mateo no es así, aunque en el fondo es pervertido, la primera vez, sin saber qué es lo que su pareja quiere, o aceptaría probar, no se iba a lanzar al vacío o podría estamparse contra el piso (de manera metafórica) y eso podría arruinar la primera impresión de una relación con él.
Mientras que Rodrigo, aunque tiene algunas actitudes de seme, es notorio que es más sumiso con Mateo. Mateo pasó por muchas facetas en la vida de Rodrigo; cuando le dio el empleo, lo primero que Rodrigo sintió fue agradecimiento, luego, mientras lo fue conociendo, cambió a admiración y respeto; cuando pasó lo del beso de navidad, la mente de Rodrigo se convirtió en un caos y poco a poco, todos sus pensamientos se centraron en el otro, empezando por interés, gusto, afecto, ilusión, cariño y rápidamente, esto se volcó en amor, especialmente porque su relación empezó a ser más estrecha, aunque solo fuese por ‘trabajo’ cómo él decía. Rodrigo miraba a Mateo como un amor casi platónico e inalcanzable después de lo ocurrido y, siendo qué él era menor, además sin nada de experiencia, estaba plenamente consciente que necesitaba guía, la de Mateo obviamente, por ende, haría cualquier cosa que el mayor le dijera, pues se sentía más seguro de esa manera.
Lógicamente el carácter de Rodrigo, igual que el de Mateo, es muy cambiante, (como cuando demostró tener algo de carácter frente al padre de Gaby) pero ambos tienen una forma de ser única de manera mutua y es lo que hace esta relación especial. Mientras Mateo quería algo lindo y tierno a quien abrazar (como un panda), Rodrigo quería ser ese ‘algo’ lindo y tierno a quien su jefe quisiera abrazar (por eso dijo eso de disfrazarse de botarga de panda).
Era obvio que se gustaban, todos ustedes lo notaron mientras leían la historia, posiblemente otros personajes, en los cuales no ahondé, también se hubiesen dado cuenta de ello, pero Mateo y Rodrigo tenían una barrera, como dije anteriormente y ellos eran los que debían superarla, por sí mismos. Ahora, cuando ambos dieron el paso, ¿creen que querrían arriesgarse a arruinarlo en la primera vez? Yo creo que no, así que, mejor tomar las cosas con calma XD, ya tendrían tiempo de hacer otras cosas, como se vio en el epílogo, pero eso es porque ya se conocen, debido a que tienen algo de tiempo juntos y como pareja, ya saben lo que les gusta y cómo les gusta.
Posiblemente esta explicación no les satisfaga, pero es mi manera de ver esta historia.
Muchas gracias a quienes me siguieron hasta aquí y espero que al menos no se hayan decepcionado demasiado con este escrito, uno de los más difíciles porque no tengo mucha experiencia con esta clase de semes XD.
Bien, espero poder leerlos pronto y ojalá puedan disfrutar lo que haga más adelante.
Nos leemos!!!
Bien, esto es todo lo que hay de ‘Amigo secreto’, ‘Oportunidad’, Mateo, Rodrigo y todos los personajes que conocieron en esta historia. Tal vez no fue lo que muchos esperaban, pero, hice mi mejor esfuerzo y quedo satisfecha con el resultado, una vez más…
Como se dieron cuenta, esta pareja se me dificultó un poco, porque ambos eran al principio un manojo de inseguridades, por las dudas e incertidumbres que habían quedado desde el OS del año pasado, así que la historia se desarrolló, para muchos, lenta; lamentablemente, en un mundo ideal, no es como una película porno, de solo llegar y tener sexo y menos, cuando las personas realmente quieren algo serio. En este caso, Mateo principalmente, quería que las cosas se dieran por sentimientos de ambos y no por tener que obligar a Rodrigo, al pensar que éste no sentía nada, justo como había dicho en navidad; por otro lado, Rodrigo se sentía inquieto, pensando que Mateo se había desilusionado tanto, por lo que había ocurrido en navidad, que tenía miedo de que lo rechazara si le decía algo.
Muchas veces, las personas no nos atrevemos a decir lo que sentimos, por dudas e incertidumbres, además del temor al rechazo, por eso, algunos, se arrepienten después, pensando que las cosas pudieron suceder, si al menos hubiesen tenido el valor de decir algo (como Mateo y Dimitry que nunca se dijeron antes que sentían algo mutuo), pero de igual manera, el mundo no es perfecto y muchas veces, aunque algunos se atreven a decir lo que sienten, son rechazados y eso deja una huella que evita, más adelante, tener el valor de volver a hacerlo (lo que ocurrió con Rodrigo en ‘Amigo secreto’, al ser rechazado por Ximena).
Sé que para todos, incluyéndome, la historia parecía ser lenta, pero había razones del por qué los personajes no se atrevían a dar el paso y era algo que, aunque yo hubiese querido adelantar algunas cosas (especialmente la declaración y el primer beso de verdad), si lo hubiese hecho, hubiese sido muy forzado, demasiado; créanme que el planteamiento era que sucediera en el tercer capítulo (sin contar prologo) pero realmente, cuando lo leí, me parecía tan irreal, por todo lo que ocurría con el trasfondo de los personajes, que decidí cambiarlo.
Así mismo, el primer encuentro sexual de Mateo y Rodrigo, posiblemente para muchos resultó ser demasiado cursi o meloso, tanto que podría ocasionar un poco de nauseas (sí, algunas personas no soportan tanta miel y me incluyo) pero el carácter de ambos no permitía que el primer momento de sexo fuese más agresivo; sí, sé que en el manoseo en la oficina parecía que así sería, pero ustedes no saben hasta dónde iban a llegar o lo que podía ocurrir si lo hacían sin preparación. El sexo anal no es fácil y la primera vez menos XD por tanto, en una pareja, ambos sin previo conocimiento práctico, podrían cometer errores que hicieran de esa experiencia algo no muy grata; sé que en otras de mis historias, cuando el seme fuerza al uke, este al final termina disfrutando, pero tomen en cuenta que la mayoría (sino es que todos) son semes con algo de experiencia, algo de lo que Mateo carecía, así que, ¿cuál era la posibilidad de que Rodrigo terminara disfrutándolo?
Además, en toda la historia se notó que ambos se preocupaban por lo que el otro podría pensar o querer, aunque no parezca. Mateo quería que la relación se diese por cariño y amor mutuo, mientras que Rodrigo no encontraba la manera de demostrar sus sentimientos; así que, realmente, ¿piensan que uno u otro iba a querer que la primera vez pudiese irse al diablo solo por un arrebato?
No, Mateo no es Nyrn, ni Keroh, que siendo dríades, piensan que todo está bien, hagan lo que hagan (porque no entienden muchas cosas), se arriesgan sin pensar, solo por un razonamiento por demás ‘lógico’; Mateo es un chico bastante amable, dulce, tierno, noble, también infantil, sí, no lo niego, pero con más sentido común que nuestros Dioses de Natural y obviamente iba a buscar demostrarle a Rodrigo, de la manera más ‘romántica’ posible, lo que sentía. No soy buena escribiendo romance, por eso mis semes siempre son rudos, pero Mateo no es así, aunque en el fondo es pervertido, la primera vez, sin saber qué es lo que su pareja quiere, o aceptaría probar, no se iba a lanzar al vacío o podría estamparse contra el piso (de manera metafórica) y eso podría arruinar la primera impresión de una relación con él.
Mientras que Rodrigo, aunque tiene algunas actitudes de seme, es notorio que es más sumiso con Mateo. Mateo pasó por muchas facetas en la vida de Rodrigo; cuando le dio el empleo, lo primero que Rodrigo sintió fue agradecimiento, luego, mientras lo fue conociendo, cambió a admiración y respeto; cuando pasó lo del beso de navidad, la mente de Rodrigo se convirtió en un caos y poco a poco, todos sus pensamientos se centraron en el otro, empezando por interés, gusto, afecto, ilusión, cariño y rápidamente, esto se volcó en amor, especialmente porque su relación empezó a ser más estrecha, aunque solo fuese por ‘trabajo’ cómo él decía. Rodrigo miraba a Mateo como un amor casi platónico e inalcanzable después de lo ocurrido y, siendo qué él era menor, además sin nada de experiencia, estaba plenamente consciente que necesitaba guía, la de Mateo obviamente, por ende, haría cualquier cosa que el mayor le dijera, pues se sentía más seguro de esa manera.
Lógicamente el carácter de Rodrigo, igual que el de Mateo, es muy cambiante, (como cuando demostró tener algo de carácter frente al padre de Gaby) pero ambos tienen una forma de ser única de manera mutua y es lo que hace esta relación especial. Mientras Mateo quería algo lindo y tierno a quien abrazar (como un panda), Rodrigo quería ser ese ‘algo’ lindo y tierno a quien su jefe quisiera abrazar (por eso dijo eso de disfrazarse de botarga de panda).
Era obvio que se gustaban, todos ustedes lo notaron mientras leían la historia, posiblemente otros personajes, en los cuales no ahondé, también se hubiesen dado cuenta de ello, pero Mateo y Rodrigo tenían una barrera, como dije anteriormente y ellos eran los que debían superarla, por sí mismos. Ahora, cuando ambos dieron el paso, ¿creen que querrían arriesgarse a arruinarlo en la primera vez? Yo creo que no, así que, mejor tomar las cosas con calma XD, ya tendrían tiempo de hacer otras cosas, como se vio en el epílogo, pero eso es porque ya se conocen, debido a que tienen algo de tiempo juntos y como pareja, ya saben lo que les gusta y cómo les gusta.
Posiblemente esta explicación no les satisfaga, pero es mi manera de ver esta historia.
Muchas gracias a quienes me siguieron hasta aquí y espero que al menos no se hayan decepcionado demasiado con este escrito, uno de los más difíciles porque no tengo mucha experiencia con esta clase de semes XD.
Bien, espero poder leerlos pronto y ojalá puedan disfrutar lo que haga más adelante.
Nos leemos!!!
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