Chibi Historia 023 – Amantes •Feliz cumpleaños Arturo•
Kesito: esta chibi historia salió de la nada, para festejar el cumpleaños de Arturo, a principios de 2019… lamentablemente, no hubo lemon completo u..u
Arturo se removió inquieto en la cama, buscando el calor de Jorge, pero abrió los ojos al darse cuenta que sus manos no tocaban al diseñador.
—¿Amor? — preguntó medio adormilado, incorporándose un poco y tallando sus parpados, tratando de acostumbrarse a la luz.
Al no recibir respuesta, se volvió a recostar y pasó las manos por su cabeza, masajeando su cabello.
—¡Jorge! — levantó la voz, pensando que estaba en el baño, pero tampoco hubo contestación a ese llamado.
Arturo gruñó por lo bajo y se quitó las mantas para levantarse; la calefacción estaba encendida, así que no sentía frío, a sabiendas que el exterior se encontraba quizá a menos de cero grados, porque había un frente frío en la ciudad.
—¿Dónde estás? — indagó el moreno, caminando al baño, encontrándolo vacío — entornó los ojos y suspiró — ¡¿te largaste?! — preguntó a la nada — ¿para eso me dices que pida este día?
Estuvo a punto de salir a buscar a su pareja, pero sintió algo de humedad bajando por sus muslos y mordió su labio; toda la madrugada, Jorge le hizo el amor para festejar su cumpleaños y al acabar, quedó rendido en sus brazos y no tuvo la fuerza para asearse.
—Idiota… — dijo con una sonrisa llena de ilusión.
Sin pensar más, se metió a la regadera, para tomar un baño caliente, repasando su cuerpo con los dedos, descubriendo todas las marcas que su pareja le dejó, sonriendo al recordar el momento exacto en el que lo besaba, mordía o succionaba la piel, para denotar su propiedad.
—Jorge — musitó y colocó una mano contra la pared, mientras la otra iba a su sexo, que debido a los recuerdos, había despertado.
Empezó a masturbarse, dejando que su mente le hiciera recordar vívidamente los momentos íntimos con Jorge, tanto así, que no se dio cuenta que el diseñador llegó.
Jorge, al darse cuenta de lo que hacía Arturo, no lo dudó, se desvistió de inmediato y se metió a la regadera también.
Cundo las manos del joven se posaron en los costados del mayor, Arturo se cimbró y trató de voltear para ver a Jorge, pero el otro se lo impidió.
—Feliz cumpleaños — dijo el menor con cariño.
—Ya me… lo habías dicho… anche — una risita nerviosa escapó de la boca de Arturo, al sentir al otro pegándose a su espalda.
—Lo sé… pero si querías divertirte temprano, me hubieras esperado — musitó Jorge, contra el cuello del abogado.
—No sabía… dónde… estabas — un gemido escapó de la garganta del mayor, al sentir la mordida en su nuca.
—Estaba preparando tu regalo — alegó Jorge, yendo a morder la oreja de su pareja, a la par que sus manos bajaron a estimular la erección —, pero parece que deseas otra cosa.
Arturo sonrió, colocó ambas manos en la pared, se inclinó y arqueó la espalda ofreciéndose completamente al otro, después lo miró por encima del hombro — si ya sabes lo que deseo, ¿me vas a hacer esperar por ello, hoy que es mi cumpleaños?
Jorge sintió que el calor aumentaba en todo su cuerpo y su rostro ardió; sabía que Arturo era demasiado directo cuando se trataba de sexo y creía que ya se había acostumbrado a ello, pero aún había momentos que lo sorprendía, tanto que se sentía como un adolescente ingenuo, a pesar de que ya tenían algunos años juntos.
—De acuerdo… — Jorge asintió — pero hay que terminar rápido, para aprovechar el día.
Arturo hizo un mohín — es mi cumpleaños — sentenció molesto —, hoy tengo poderes — dijo en un tono infantil —, y si quiero tener sexo todo el día, tienes que cumplir mi capricho.
El diseñador sonrió de lado — de acuerdo — colocó las manos en la cadera de su pareja y restregó su erección entre las nalgas del mayor, relamiendo sus labios —, el desayuno y lo demás, puede esperar…
—¿Amor? — preguntó medio adormilado, incorporándose un poco y tallando sus parpados, tratando de acostumbrarse a la luz.
Al no recibir respuesta, se volvió a recostar y pasó las manos por su cabeza, masajeando su cabello.
—¡Jorge! — levantó la voz, pensando que estaba en el baño, pero tampoco hubo contestación a ese llamado.
Arturo gruñó por lo bajo y se quitó las mantas para levantarse; la calefacción estaba encendida, así que no sentía frío, a sabiendas que el exterior se encontraba quizá a menos de cero grados, porque había un frente frío en la ciudad.
—¿Dónde estás? — indagó el moreno, caminando al baño, encontrándolo vacío — entornó los ojos y suspiró — ¡¿te largaste?! — preguntó a la nada — ¿para eso me dices que pida este día?
Estuvo a punto de salir a buscar a su pareja, pero sintió algo de humedad bajando por sus muslos y mordió su labio; toda la madrugada, Jorge le hizo el amor para festejar su cumpleaños y al acabar, quedó rendido en sus brazos y no tuvo la fuerza para asearse.
—Idiota… — dijo con una sonrisa llena de ilusión.
Sin pensar más, se metió a la regadera, para tomar un baño caliente, repasando su cuerpo con los dedos, descubriendo todas las marcas que su pareja le dejó, sonriendo al recordar el momento exacto en el que lo besaba, mordía o succionaba la piel, para denotar su propiedad.
—Jorge — musitó y colocó una mano contra la pared, mientras la otra iba a su sexo, que debido a los recuerdos, había despertado.
Empezó a masturbarse, dejando que su mente le hiciera recordar vívidamente los momentos íntimos con Jorge, tanto así, que no se dio cuenta que el diseñador llegó.
Jorge, al darse cuenta de lo que hacía Arturo, no lo dudó, se desvistió de inmediato y se metió a la regadera también.
Cundo las manos del joven se posaron en los costados del mayor, Arturo se cimbró y trató de voltear para ver a Jorge, pero el otro se lo impidió.
—Feliz cumpleaños — dijo el menor con cariño.
—Ya me… lo habías dicho… anche — una risita nerviosa escapó de la boca de Arturo, al sentir al otro pegándose a su espalda.
—Lo sé… pero si querías divertirte temprano, me hubieras esperado — musitó Jorge, contra el cuello del abogado.
—No sabía… dónde… estabas — un gemido escapó de la garganta del mayor, al sentir la mordida en su nuca.
—Estaba preparando tu regalo — alegó Jorge, yendo a morder la oreja de su pareja, a la par que sus manos bajaron a estimular la erección —, pero parece que deseas otra cosa.
Arturo sonrió, colocó ambas manos en la pared, se inclinó y arqueó la espalda ofreciéndose completamente al otro, después lo miró por encima del hombro — si ya sabes lo que deseo, ¿me vas a hacer esperar por ello, hoy que es mi cumpleaños?
Jorge sintió que el calor aumentaba en todo su cuerpo y su rostro ardió; sabía que Arturo era demasiado directo cuando se trataba de sexo y creía que ya se había acostumbrado a ello, pero aún había momentos que lo sorprendía, tanto que se sentía como un adolescente ingenuo, a pesar de que ya tenían algunos años juntos.
—De acuerdo… — Jorge asintió — pero hay que terminar rápido, para aprovechar el día.
Arturo hizo un mohín — es mi cumpleaños — sentenció molesto —, hoy tengo poderes — dijo en un tono infantil —, y si quiero tener sexo todo el día, tienes que cumplir mi capricho.
El diseñador sonrió de lado — de acuerdo — colocó las manos en la cadera de su pareja y restregó su erección entre las nalgas del mayor, relamiendo sus labios —, el desayuno y lo demás, puede esperar…
Kesito: Rayos! Hubiera sido bueno escribir lo más rico XD ya será para la otra.
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