Chibi Historia 019 – Destino •Visita•
Kesito: Ojou anunció que dejaría de subir chibi historias en FB y que las estaría subiendo en Patreon, pero por alguna razón, no lo hace con frecuencia, aunque si escribimos tonterías de cuando en cuando XD.
Para festejar el cumpleaños de Julián el año pasado, se decidió hacer una chibi historia, que fuera una continuación de lo que se publicó en "Te necesito", y esta es antes de la chibi historia 017, así que, espero que lo disfruten.
Para festejar el cumpleaños de Julián el año pasado, se decidió hacer una chibi historia, que fuera una continuación de lo que se publicó en "Te necesito", y esta es antes de la chibi historia 017, así que, espero que lo disfruten.
El automóvil se estacionó frente a una enorme casa; Julián apagó el motor y se quitó el cinturón.
—Llegamos — dijo con su clásica seriedad.
Desde que el automóvil se detuvo, Agustín miraba por la ventana hacia la propiedad; a comparación de la modesta casa que había sido de su abuela y a la cual, habían ido antes, ese lugar era sumamente enorme.
—¡¿Tu familia vive aquí?! — aun no podía creerlo.
El mayor levantó una ceja — sí, por algo vinimos aquí — respondió con obviedad —, anda, de seguro nos están esperando para conocerte.
—Bien, supongo que ya no me puedo arrepentir.
—Después de aceptar casarte conmigo, no, no te puedes arrepentir — el castaño sonrió con cinismo.
—¡¿Cuándo acepté eso?! — preguntó Agustín con susto.
—Anoche, antenoche, la noche anterior a esa, y la anterior… y todas las noches desde mi cumpleaños.
El color del pelinegro, se fue de su rostro — ¡eso no cuenta! — dijo con nervios y se cruzó de brazos, ladeando el rostro, evitando la mirada de su pareja — no estaba en mis cinco sentidos.
Julián entornó los ojos, se movió, estiró el brazo y sujeto del frente de la camisa a Agustín, jalándolo con tanta rapidez que lo sorprendió; sin darle tiempo a nada, lo besó con demanda en los labios, consiguiendo que el otro correspondiera a la caricia, casi de inmediato. Un beso largo, profundo, con el que Agustín sintió que todo su cuerpo se relajaba tanto, al punto de imaginarse que se convertía en gelatina.
Julián se alejó momentos después de su novio y colocó la frente contra la suya — ¿te vas a casar conmigo por las buenas o tengo que obligarte, Guti? — preguntó fríamente.
Agustín respiraba agitado, se mordió el labio y sonrió tontamente — sí, me caso…
—De acuerdo — el mayor sonrió — ahora sí estás en tus cinco sentidos y no te podrás echar para atrás después.
La risa nerviosa del pelinegro, inundó el interior del vehículo — siendo honestos, estando a solas contigo, jamás estoy en mis cinco sentidos — suspiró —, pero… creo que así estoy muy bien…
—Podría aprovecharme de eso.
—Ya lo haces… es una de las cosas que me gustan de ti… — confesó el menor con un dejo de picardía.
Julián entrecerró los ojos, desvió la mirada y puso la mano en el volante; parecía estar pensando en algo.
—¿Qué pasa? — preguntó Agustín.
—Estoy pensando si entrar a la casa de mis padres o llevarte al hotel de nuevo — respondió con cinismo —, ellos pueden esperar, pero puede ser que yo tenga problemas para aguantar… — le hizo un ademán con el rostro.
Agustín bajó la mirada y se dio cuenta de la erección del otro; levantó el rostro de inmediato y miró con susto a Julián — creo que debemos entrar a conocer a tus padres — abrió la puerta de inmediato.
—¿Por qué tanta prisa, Guti? — el mayor lo alcanzó a sujetar antes de que saliera.
—Porque yo sí necesito un poco de descanso — pasó la mano por su cadera —, desde tu cumpleaños, todos los días has querido “regalo” y aunque no parezca, necesito reponer energías.
Julián rió — oh, vamos, solo han sido, ¿qué? Cuatro o cinco veces…
—¡Por noche! ¿Cómo tienes tanta resistencia?
—Experiencia y práctica, supongo — sonrió complacido.
—¿Experiencia y práctica? — ante esas palabras, Agustín frunció el ceño y su rostro se ensombreció — ¿cuánta experiencia y práctica tienes, Julián? — preguntó en un tono molesto, que denotaba que estaba completamente celoso.
El castaño lo liberó de su agarre — no creo que sea bueno hablar de eso en este momento…
—¿Por qué?
—Porque ya nos están esperando — el castaño abrió la puerta y salió de inmediato.
Agustín salió del automóvil y lo miró por encima del auto — tarde o temprano tendrás que hablarme de eso, Julián — señaló con seriedad.
—Sí, tarde o temprano — accedió el mayor «pero me aseguraré de que sea más tarde de lo que deseas…» pensó y se acercó a su pareja —, ahora, quita esa carita, que no creo que quieras que mis padres y hermanos te conozcan enojado, ¿verdad? — le besó los labios con suavidad —, podríamos causar mala impresión.
—Está bien — ese cariño, consiguió reconfortar al menor y hacerlo sonreír —, solo porque no quiero causar mala impresión a los suegros y los cuñados.
Julián sonrió satisfecho; lo sujetó de la mano y entrelazó los dedos con los de Agustín.
A pesar de que antes había tenido relaciones con otras personas, jamás había presentado a nadie con sus padres de manera formal y en ese momento, sentía que Agustín era la persona perfecta para ser parte de su familia, además, estaba seguro de que ellos lo aceptarían sin problemas.
—Llegamos — dijo con su clásica seriedad.
Desde que el automóvil se detuvo, Agustín miraba por la ventana hacia la propiedad; a comparación de la modesta casa que había sido de su abuela y a la cual, habían ido antes, ese lugar era sumamente enorme.
—¡¿Tu familia vive aquí?! — aun no podía creerlo.
El mayor levantó una ceja — sí, por algo vinimos aquí — respondió con obviedad —, anda, de seguro nos están esperando para conocerte.
—Bien, supongo que ya no me puedo arrepentir.
—Después de aceptar casarte conmigo, no, no te puedes arrepentir — el castaño sonrió con cinismo.
—¡¿Cuándo acepté eso?! — preguntó Agustín con susto.
—Anoche, antenoche, la noche anterior a esa, y la anterior… y todas las noches desde mi cumpleaños.
El color del pelinegro, se fue de su rostro — ¡eso no cuenta! — dijo con nervios y se cruzó de brazos, ladeando el rostro, evitando la mirada de su pareja — no estaba en mis cinco sentidos.
Julián entornó los ojos, se movió, estiró el brazo y sujeto del frente de la camisa a Agustín, jalándolo con tanta rapidez que lo sorprendió; sin darle tiempo a nada, lo besó con demanda en los labios, consiguiendo que el otro correspondiera a la caricia, casi de inmediato. Un beso largo, profundo, con el que Agustín sintió que todo su cuerpo se relajaba tanto, al punto de imaginarse que se convertía en gelatina.
Julián se alejó momentos después de su novio y colocó la frente contra la suya — ¿te vas a casar conmigo por las buenas o tengo que obligarte, Guti? — preguntó fríamente.
Agustín respiraba agitado, se mordió el labio y sonrió tontamente — sí, me caso…
—De acuerdo — el mayor sonrió — ahora sí estás en tus cinco sentidos y no te podrás echar para atrás después.
La risa nerviosa del pelinegro, inundó el interior del vehículo — siendo honestos, estando a solas contigo, jamás estoy en mis cinco sentidos — suspiró —, pero… creo que así estoy muy bien…
—Podría aprovecharme de eso.
—Ya lo haces… es una de las cosas que me gustan de ti… — confesó el menor con un dejo de picardía.
Julián entrecerró los ojos, desvió la mirada y puso la mano en el volante; parecía estar pensando en algo.
—¿Qué pasa? — preguntó Agustín.
—Estoy pensando si entrar a la casa de mis padres o llevarte al hotel de nuevo — respondió con cinismo —, ellos pueden esperar, pero puede ser que yo tenga problemas para aguantar… — le hizo un ademán con el rostro.
Agustín bajó la mirada y se dio cuenta de la erección del otro; levantó el rostro de inmediato y miró con susto a Julián — creo que debemos entrar a conocer a tus padres — abrió la puerta de inmediato.
—¿Por qué tanta prisa, Guti? — el mayor lo alcanzó a sujetar antes de que saliera.
—Porque yo sí necesito un poco de descanso — pasó la mano por su cadera —, desde tu cumpleaños, todos los días has querido “regalo” y aunque no parezca, necesito reponer energías.
Julián rió — oh, vamos, solo han sido, ¿qué? Cuatro o cinco veces…
—¡Por noche! ¿Cómo tienes tanta resistencia?
—Experiencia y práctica, supongo — sonrió complacido.
—¿Experiencia y práctica? — ante esas palabras, Agustín frunció el ceño y su rostro se ensombreció — ¿cuánta experiencia y práctica tienes, Julián? — preguntó en un tono molesto, que denotaba que estaba completamente celoso.
El castaño lo liberó de su agarre — no creo que sea bueno hablar de eso en este momento…
—¿Por qué?
—Porque ya nos están esperando — el castaño abrió la puerta y salió de inmediato.
Agustín salió del automóvil y lo miró por encima del auto — tarde o temprano tendrás que hablarme de eso, Julián — señaló con seriedad.
—Sí, tarde o temprano — accedió el mayor «pero me aseguraré de que sea más tarde de lo que deseas…» pensó y se acercó a su pareja —, ahora, quita esa carita, que no creo que quieras que mis padres y hermanos te conozcan enojado, ¿verdad? — le besó los labios con suavidad —, podríamos causar mala impresión.
—Está bien — ese cariño, consiguió reconfortar al menor y hacerlo sonreír —, solo porque no quiero causar mala impresión a los suegros y los cuñados.
Julián sonrió satisfecho; lo sujetó de la mano y entrelazó los dedos con los de Agustín.
A pesar de que antes había tenido relaciones con otras personas, jamás había presentado a nadie con sus padres de manera formal y en ese momento, sentía que Agustín era la persona perfecta para ser parte de su familia, además, estaba seguro de que ellos lo aceptarían sin problemas.
Kesito: Ojou quería escribir más sobre la familia de Julián, pero lo dejó para después, ya que perdió unas anotaciones de los familiares y necesitaba revisar eso, para no errarle XD
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