Aclaración:
Hace unos días, tuve un pequeño conflicto personal, debido a que algunas personas no estaban de acuerdo con la cuestión de que Agustín no le diera celos a Julián, debido a que Agustín no había tenido pareja antes, por lo que en un momento depresivo, (además de saber una cuestión con respecto a la historia de "Te necesito"), me puse a pensar en lo que ocurriría si Agustín fuera de otra manera, o hubiese tenido una historia antes de Julián, que lo hubiese convertido en otra clase de persona, por lo que tuve que hacer esto...
Quizá tenga que hacer algunas modificaciones para hacerlo canon, pero eso lo veré con las otras partes que tienen que ver entre Julián y Agustín, pero por el momento, aun lo estoy pensando.
Hace unos días, tuve un pequeño conflicto personal, debido a que algunas personas no estaban de acuerdo con la cuestión de que Agustín no le diera celos a Julián, debido a que Agustín no había tenido pareja antes, por lo que en un momento depresivo, (además de saber una cuestión con respecto a la historia de "Te necesito"), me puse a pensar en lo que ocurriría si Agustín fuera de otra manera, o hubiese tenido una historia antes de Julián, que lo hubiese convertido en otra clase de persona, por lo que tuve que hacer esto...
Quizá tenga que hacer algunas modificaciones para hacerlo canon, pero eso lo veré con las otras partes que tienen que ver entre Julián y Agustín, pero por el momento, aun lo estoy pensando.
Tenía mi mirada puesta en un solo hombre; el castaño más atractivo de todo nuestro grupo y el más interesante, por supuesto.
Tenía mucho tiempo que ese hombre se había adueñado de mis pensamientos, a pesar de que habían pasado casi cuatro semanas que no lo había visto, porque había ido a otra ciudad con el jefe y mientras tanto, yo intenté ocupar mi mente con algo y alguien más.
Durante tres fines de semana, salí y me divertí con mis compañeros, terminando en la cama con alguno de ellos. Sabía que no existían prohibiciones de relacionarnos entre nosotros y menos tener sexo, lo único prohibido, eran los problemas, así que todos sabíamos que solo era un simple acostón y ya.
Precisamente por eso, estaba decidido a tener a mi obsesión y tratar de complacerlo lo suficiente, para tener una relación duradera y no sólo conformarme con una noche.
Sin dudar, me puse de pie, caminé con paso seguro y llegué hasta dónde estaba él, que estaba tomando un momento de descanso de su entrenamiento, para rehidratarse.
—Hola.
Los ojos castaños de Julián, me miraron con indiferencia — ¿qué quieres?
No me sorprendió su respuesta en realidad, ya lo conocía — siempre tan directo y frío — sonreí —, solo quiero saber si te gustaría tomar una copa hoy, después del entrenamiento, ya que mañana es tu día de descanso, ¿no? Igual que el mío — dije con confianza.
—Sí, lo es, pero no deseo salir hoy.
—¿No deseas salir hoy o no deseas salir conmigo?
Él guardó silencio un momento y luego respiró profundamente — no tengo ganas de salir hoy, es todo.
«¡Bien! No me está dando el cortón tan rápido…» — de acuerdo… solo pensé que sería agradable pasar un buen momento… ya sabes, divertirnos…
—¿Quieres divertirte conmigo?
—Sólo si tú quieres.
Él sonrió con sarcasmo — ¿acaso no tienes a alguien más para esta noche?
—Si piensas que eres mi última opción, estás equivocado.
—No creo que sea tu última opción, al menos no para este día, ya que soy al primero que te acercas esta vez…
Contuve la respiración y él pareció satisfecho de mi reacción.
—Pero quizá tienes suerte — me miró con desdén —, creo que necesito algo de diversión para quietarme el estrés.
Me dolieron sus palabras, en realidad, era el primero al que me acercaba para algo más que no fuera solo sexo, pero obvio que él no me tomaría en serio con facilidad; aun así, no me daría por vencido. Sí aceptaba pasar la noche conmigo, tenía la oportunidad de satisfacerlo y volverlo loco por mí, como lo había hecho con otros.
—Entonces… ¿quieres tomar una copa?
Julián se puso de pie — creo que eso lo rechazaré — me miró hacia abajo, ya que era algo más alto que yo —, no creo que necesitemos muchos preámbulos para lo que realmente quieres que pase, ¿o sí? — preguntó con un dejo de indiferencia — y no me gusta darle vueltas a las cosas, si quieres que tengamos sexo, lo tendremos — se alzó de hombros.
Forcé una sonrisa — bien, ¿quieres que vaya a tu casa?
—No, no llevo a cualquiera a mi casa.
Julián me estaba tratando de molestar, era obvio… seguramente quería saber si aguantaría su carácter, pero estaba decidido a tenerlo y eso no me detendría — de acuerdo, entonces, ¿dónde nos vemos?
—Espérame en la puerta del edificio de ustedes, a las 8, pasaré por ti y nos iremos a otro lugar.
Él dio media vuelta y yo apreté mis puños; realmente me sentía ofendido, pero debía tomar las cosas con calma.
—Cómo digas — respondí, aunque él ni siquiera me escuchó.
Tenía mucho tiempo que ese hombre se había adueñado de mis pensamientos, a pesar de que habían pasado casi cuatro semanas que no lo había visto, porque había ido a otra ciudad con el jefe y mientras tanto, yo intenté ocupar mi mente con algo y alguien más.
Durante tres fines de semana, salí y me divertí con mis compañeros, terminando en la cama con alguno de ellos. Sabía que no existían prohibiciones de relacionarnos entre nosotros y menos tener sexo, lo único prohibido, eran los problemas, así que todos sabíamos que solo era un simple acostón y ya.
Precisamente por eso, estaba decidido a tener a mi obsesión y tratar de complacerlo lo suficiente, para tener una relación duradera y no sólo conformarme con una noche.
Sin dudar, me puse de pie, caminé con paso seguro y llegué hasta dónde estaba él, que estaba tomando un momento de descanso de su entrenamiento, para rehidratarse.
—Hola.
Los ojos castaños de Julián, me miraron con indiferencia — ¿qué quieres?
No me sorprendió su respuesta en realidad, ya lo conocía — siempre tan directo y frío — sonreí —, solo quiero saber si te gustaría tomar una copa hoy, después del entrenamiento, ya que mañana es tu día de descanso, ¿no? Igual que el mío — dije con confianza.
—Sí, lo es, pero no deseo salir hoy.
—¿No deseas salir hoy o no deseas salir conmigo?
Él guardó silencio un momento y luego respiró profundamente — no tengo ganas de salir hoy, es todo.
«¡Bien! No me está dando el cortón tan rápido…» — de acuerdo… solo pensé que sería agradable pasar un buen momento… ya sabes, divertirnos…
—¿Quieres divertirte conmigo?
—Sólo si tú quieres.
Él sonrió con sarcasmo — ¿acaso no tienes a alguien más para esta noche?
—Si piensas que eres mi última opción, estás equivocado.
—No creo que sea tu última opción, al menos no para este día, ya que soy al primero que te acercas esta vez…
Contuve la respiración y él pareció satisfecho de mi reacción.
—Pero quizá tienes suerte — me miró con desdén —, creo que necesito algo de diversión para quietarme el estrés.
Me dolieron sus palabras, en realidad, era el primero al que me acercaba para algo más que no fuera solo sexo, pero obvio que él no me tomaría en serio con facilidad; aun así, no me daría por vencido. Sí aceptaba pasar la noche conmigo, tenía la oportunidad de satisfacerlo y volverlo loco por mí, como lo había hecho con otros.
—Entonces… ¿quieres tomar una copa?
Julián se puso de pie — creo que eso lo rechazaré — me miró hacia abajo, ya que era algo más alto que yo —, no creo que necesitemos muchos preámbulos para lo que realmente quieres que pase, ¿o sí? — preguntó con un dejo de indiferencia — y no me gusta darle vueltas a las cosas, si quieres que tengamos sexo, lo tendremos — se alzó de hombros.
Forcé una sonrisa — bien, ¿quieres que vaya a tu casa?
—No, no llevo a cualquiera a mi casa.
Julián me estaba tratando de molestar, era obvio… seguramente quería saber si aguantaría su carácter, pero estaba decidido a tenerlo y eso no me detendría — de acuerdo, entonces, ¿dónde nos vemos?
—Espérame en la puerta del edificio de ustedes, a las 8, pasaré por ti y nos iremos a otro lugar.
Él dio media vuelta y yo apreté mis puños; realmente me sentía ofendido, pero debía tomar las cosas con calma.
—Cómo digas — respondí, aunque él ni siquiera me escuchó.
~ • ~ • ~
A las ocho, salí de mi habitación; vestía de manera casual, una simple camisa y un pantalón de vestir, así que no iba muy llamativo, aun así, algunos me miraron sorprendidos, ya que el rumor de que esa noche vería a Julián, se esparció como pólvora.
Todos sabían que me gustaba, pero todos pensaban que él jamás me iba a hacer caso, así que con esa salida, les había callado la boca, pero si quería cerrarles el pico para siempre, tenía que terminar siendo pareja de Julián y olvidarme de los demás.
Así, apenas estuve en la puerta, me sorprendió verlo recargado en su automóvil, esperándome, aunque su mirada estaba perdida, mirando hacia el edificio.
—Buenas noches — saludé con una sonrisa.
—Llegas tarde — señaló y abrió su puerta, ingresando a su vehículo.
Tomé aire y caminé hacia el lado del copiloto, subiéndome de inmediato.
—No me gusta la impuntualidad — prosiguió sin dedicarme una mirada, encendiendo el auto.
—No fueron ni cinco minutos — me burlé, ya que solo me había tardado el tiempo de bajar las escaleras del primer piso.
Él me miró de soslayo y yo temblé; realmente se notaba fastidiado.
En silencio, salimos de la propiedad. Él manejaba y yo no sabía a dónde iríamos; quería hacerle plática, pero no sabía qué podía decir. En realidad, no teníamos cosas en común, quizá, debí haber leído algunos libros, al menos por encima, pues sabía que él era lector asiduo, más no sabía de qué. Me sentía un estúpido y aún más nervioso de perder esa oportunidad.
No supe cuánto tiempo pasó, solo reaccioné, cuando llegamos a uno de los hoteles de nuestro jefe.
Julián estacionó el vehículo y salió de inmediato sin decir palabra; yo lo seguí. Sentía que estábamos trabajando, en vez de estar en una “cita”, pero debía sobreponerme a ello.
Llegamos a la recepción y la chica le entregó una llave; Julián ni siquiera agradeció, solo se enfiló al elevador y yo lo seguí a un par de pasos, como lo había hecho en todo el trayecto. Aún en silencio subimos a uno de los últimos pisos.
Al salir del elevador, recorrimos un largo pasillo, hasta la última habitación y entramos de inmediato.
Julián cerró y caminó por el enorme recinto, que parecía la estancia de un departamento, ya que era una de las habitaciones más lujosas.
—Vamos — me hizo una seña con el rostro —, la habitación está acá.
«Conoces este lugar muy bien…» pensé con molestia, pero solo caminé en silencio.
Apenas crucé el umbral de la puerta, Julián me sujetó con fuerza de la muñeca y me hizo girar.
El me besó con fuerza, su lengua se abrió paso en mi boca y sus manos se movieron por mi cuerpo con rapidez. Parecía desesperado, pues sus movimientos eran bruscos y un tanto agresivos. Traté de reaccionar, pero mi cerebro no estaba respondiendo correctamente.
A pesar de la situación y de que no era lo que había esperado, ahí estaba él, el hombre que se había vuelto mi obsesión desde tiempo atrás; aquel que me robaba el sueño y que deseaba probar; por fin podía sentirlo a mi lado, disfrutando de sus caricias y besos.
En un instante, él se apartó y me lanzó a la cama; estaba aturdido por el movimiento y la excitación, así que apenas reaccioné; él se desnudó de inmediato y se subió al colchón.
—Chupa — ordenó —, sé que eres bueno para eso.
Sus palabras me llenaron de coraje; se estaba burlando de mí, pero le iba a demostrar que no solo era bueno en eso, sino excelente y no podría pensar en nadie más para ello, después de que yo le diera una felación.
Él se recostó en la cama y yo me hinqué entre sus piernas. Sin dudarlo, llevé su miembro a mi boca, succionándolo con deseo y un poco de desespero; quería demostrarle que podía ser mejor que cualquier otro que hubiera tenido antes y que sería el mejor que cualquiera que tuviera después.
Realmente me estaba esforzando, tratando de llevarlo hasta el fondo, a pesar de que me ahogaba al sentirlo completamente en mi garganta; su pene era enorme y a pesar de mi experiencia, no podía abarcarlo del todo.
De cuando en cuando lo observaba, pero me desesperaba el ver que no parecía disfrutarlo; su gesto seguía serio y me miraba con indiferencia. Eso me estaba poniendo nervioso; no quería que se decepcionara.
—Basta — gruñó sujetándome del cabello y lanzándome contra la cama —, realmente no eres tan bueno como algunos presumen.
Me quedé atónito ante sus palabras, quise decir algo, pero mi mente estaba hecha un caos; no sabía si sentirme molesto, ofendido o decepcionado. Apenas estaba por reaccionar, cuando él me sujetó de las piernas y se acomodó entre ellas; ya traía un condón y puso la punta de su miembro en mi entrada.
—Supongo que no es necesario prepararte, ¿verdad?
No me dejó responder, simplemente me penetró.
Gemí. Realmente me dolió la intrusión tan abrupta; obviamente no era virgen y tenía sexo con regularidad, así que no le fue tan difícil ingresar, pero sin preparación, era incómodo y debido a lo grande que era, si logró lastimarme.
Intenté aferrarme a sus hombros, pero él no me lo permitió; sujeto mis manos y las llevo por encima de mi cabeza. Su cadera seguía moviéndose con fuerza y su rostro quedó cerca del mío; podía ver su gesto y me sentía humillado por ello. Él no parecía sentir nada en realidad, solo estaba usando un objeto para su placer, simplemente estaba satisfaciendo una necesidad o simplemente parecía masturbarse con mi cuerpo, pero no había nada más. Ni siquiera me tocó, no hubo más besos, ni una sola palabra; solo gemidos roncos de su parte y de mi boca, gemidos de placer, pues aunque no me gustara la manera en la que me lo hacía, el estímulo en mi interior era delicioso y no podía evitar disfrutarlo.
Ante una estocada directa a mi próstata, no pude contenerme más y llegué al orgasmo, en medio de un largo gemido; él no se detuvo, al contrario, siguió penetrándome más.
—¡Vaya! durante el orgasmo aprietas mejor.
Apenas estaba recuperándome del momento, por lo que no pude decirle nada, pero no me había gustado su manera de hablar. Realmente, él solo miraba un objeto en mí.
Sin saber en qué momento, él se alejó y me hizo girar; volvió a penetrarme desde atrás, imponiendo un ritmo más rápido, consiguiendo que mi miembro rozara contra las mantas. Julián seguía sujetando mis manos por encima de mi cabeza; debido a que me encontraba cansado por mi reciente orgasmo y por qué no admitirlo, también me encontraba excitado debido a la situación, a pesar de que él no hacía nada más.
Mi mente estaba en blanco, solo podía disfrutar de la sensación de ese enorme miembro en mi interior, de las arremetidas y de la constante estimulación al punto más sensible de mi cuerpo, aunado al roce de mi sexo con las sabanas de tela suave y delicada. Fue esa la razón por la que no pude soportar y tuve un segundo orgasmo.
—¿Tan rápido? — preguntó con burla — yo aún no llego ni una vez… creo que no eres tan bueno como esperaba.
—Ca… lla… te — musité en medio de jadeos.
—¿Por qué? Es tan divertido tenerte así, aunque sé que te jactas de ser muy bueno en esto y que todos quedan satisfechos con rapidez — rió —, creo que tus estándares son muy bajos…
Apreté mis parpados, realmente me estaba doliendo escucharlo — cállate — repetí un poco más seguro y me removí, pero él ejerció presión, tanto en mis muñecas, como en mi cabello.
—Está bien, me callaré — sonrió —, pero a cambio, vamos a hacerlo hasta que yo quede satisfecho.
Me hizo girar una vez más y volvió a penetrarme, con más fuerza y salvajismo. Era obvio que él no me permitiría hacer mucho, así que preferí cerrar mis ojos y tratar de disfrutarlo, al menos, el tiempo que estuve consciente.
~ • ~ • ~
La alarma de mi reloj sonó; eran las siete de la mañana.
Intenté moverme, pero sentía mi cuerpo pesado; me dolía la cintura y especialmente mi trasero. Pase la mano por mi cuello y masajee un poco, antes de girar en la cama; al voltear, me di cuenta que estaba solo. Me incorporé un poco y no vi ningún objeto de Julián, solo había varios condones en el cesto de basura y un sobre en mi buró. Sin dudar, lo abrí y empecé a leer la carta en el interior.
“No estuvo mal, pero solo fue una noche. No me busques de nuevo. Puedes quedarte en la habitación todo el día, ya está pagada y puedes decirle a nuestros compañeros lo que quieras para mantener tu reputación, yo no diré nada.”
Arrugué la hoja con fuerza y me dejé caer en el colchón de nuevo.
En el fondo, había esperado algo más; una intimidad más placentera, algo diferente, algo con un mínimo de entrega, aunque fuera de mi parte, pero no hubo nada, por qué él no quería algo cómo eso. Sabía que Julián era diferente a los otros hombres que había conocido antes y hubiera querido ser diferente para él también, pero no lo había logrado. Realmente no sabía que era lo que quería y seguramente, aunque lo intentara mil veces, no iba a ser el chico adecuado para él.
—Al menos lo tuve una noche… — suspiré y pasé las manos por mi rostro.
~ • ~ • ~
Los días pasaron y se convirtieron en semanas, después en meses y finalmente pasó más de un año desde esa noche. Yo seguía admirando a Julián y él, nunca más me volvió a dirigir la mirada. Yo aún guardaba la esperanza de volver a tenerlo, de intentar algo con él, pero aunque me proponía no volver a tener nada con ningún otro, al final, terminaba sucumbiendo a mis necesidades carnales.
Finalmente, mientras lo observaba, me di cuenta de algo, aunque en un principio no quise aceptarlo; me negaba a creer que él estuviera interesado en alguien, pero era claro para mí, que sus miradas le pertenecían a alguien más.
¿En qué momento ocurrió?
No lo comprendía y menos, el por qué con esa persona. No era nadie interesante, ni siquiera era atractivo a mi parecer, pero aun así, a pesar de que Julián seguía con su actitud fría e indiferente, yo lo notaba; su mirada se suavizaba cuando lo miraba de manera disimulada.
Pero me di cuenta que realmente le atraía, al momento de ver que cuando estaban en la misma ciudad, él mismo quería ser su compañero de entrenamiento.
¿Por qué? ¿Por qué con él?
No me cabía en la cabeza la idea de que de verdad se interesara, a pesar de que trataba de no ser tan obvio, pero aun guardaba la esperanza de que solo fueran figuraciones mías, debido a mis celos de verlo con alguien más.
Él ni siquiera era sociable; jamás salía de su habitación, nunca acompañaba a nadie en los días de descanso, jamás aceptó nada de alcohol, ni siquiera una cerveza y solo se quedaba jugando de cuando en cuando, con alguien en la sala común, ya que nadie iba a su habitación; era demasiado estúpido y se comportaba como un niño, ¿por qué le interesaba?
Pero un par de meses, mientras Agustín estaba en el hospital, Julián volvió a ser el que era antes y supe que en ningún momento lo había ido a ver, así que seguramente ya se le había pasado la emoción.
Pero finalmente, mi peor pesadilla se hizo realidad.
Supe que se habían convertido en pareja, al día siguiente del cumpleaños de nuestro jefe.
—Eh, Pato, ¿ya te enteraste? — Rubén me miró con burla
—¿Qué cosa?
—Julián y Agus se hicieron novios anoche — respondió Roberto.
—¡¿Qué?! — mis ojos se abrieron con sorpresa.
—Marcos tuvo que cubrirlo anoche y lo hará hoy, con las cosas del señor Erick — Pablo rió —, tal parece que ya le echaron el lazo a tu “amor platónico”.
—No puede ser — dije en un murmullo y negué —, seguro fue una noche de diversión y ya.
—Sí, claro — Cesar rió con fuerza —, tan solo una noche, en su casa — especificó —, cuando Julián jamás lleva a nadie ahí, honestamente, creo que esta vez sí va en serio, ya que no parece querer dejarlo salir de ese lugar.
—Perdiste, Pato — Rubén se cruzó de brazos —, deberías dejar de soñar con él.
Rechiné mis dientes y sin decir nada, di media vuelta, apresurando el paso a mi habitación, entrando de inmediato y cerrando de golpe. Empecé a caminar en la estancia, dando vueltas y respirando agitado. No podía creer lo que me habían dicho, Agustín no podía habérmelo quitado.
«¡Es imposible!» pensé con ira — ¡él no es nadie! — grité con furia — ¡es un imbécil! — gruñí — es un estúpido niño que ni siquiera sabe divertirse, no pudo haberlo conquistado, ¡no lo acepto! — estaba tan furioso que no podía pensar con claridad y solo atiné a lanzar cosas que estaban cerca, voltear la mesita de la estancia e incluso, rompí un vidrio al lanzar un adorno que tenía por ahí.
Me dejé caer en el piso y golpee el suelo con mis puños, gritando con frustración.
—¿Por qué? — pregunté entre dientes — ¿qué tiene él que no tenga yo? — respiré agitado — debe ser una broma — negué —, de seguro lo quiere como otro juguete más… solo para una noche, cómo ocurrió conmigo… solo… una noche…
De acuerdo; Si llegaron hasta aquí, espero que no me odien.
Realmente quería intentar cambiar el carácter de Agustín, pero no pude. Agustín es como es y no puede ser distinto, porque tendría que cambiar muchas cosas, no solo de él, sino de su pasado, así que, lo único que atiné a hacer, fue darles un ejemplo de lo que podía ocurrir, si Agustín hubiese sido como lo es Patricio en esta historia (que realmente, así es Patricio).
En las historias anteriores, Patricio no había tenido nada que ver con Julián, pero eso si lo puedo modificar, aunque eso tengo que revisar bien mis cosas, por ahora, esto no es canon, hasta que vea si lo puedo entrelazar o no; al menos me quité la espinita.
De verdad, si Julián se interesó en Agustín, en parte es porque Agustín es muy inocente; Julián no quería estar de manera formal con alguien lanzado o muy abierto, no digo que si Agustín no hubiera sido virgen, no lo hubiese aceptado, porque puede no ser virgen y seguir siendo como es, pero realmente, si Agustín hubiese tenido otro carácter u otro pasado y especialmente, una actitud más ‘libertina’, seguramente no habría sido el chico que le gustara completamente a Julián.
Para Julián, los chicos tan abiertos sexualmente, solo son juguetes de una noche, por lo que si Agustín se le hubiera ofrecido desde el inicio, posiblemente solo habría tomado lo que se le ofrecía y nada más; Julián es un hombre sumamente extraño y no habría pensado en alguien así para una relación seria.
En fin, espero que lo hayan disfrutado y nos leemos luego.
Espero sus impresiones ^..^
Realmente quería intentar cambiar el carácter de Agustín, pero no pude. Agustín es como es y no puede ser distinto, porque tendría que cambiar muchas cosas, no solo de él, sino de su pasado, así que, lo único que atiné a hacer, fue darles un ejemplo de lo que podía ocurrir, si Agustín hubiese sido como lo es Patricio en esta historia (que realmente, así es Patricio).
En las historias anteriores, Patricio no había tenido nada que ver con Julián, pero eso si lo puedo modificar, aunque eso tengo que revisar bien mis cosas, por ahora, esto no es canon, hasta que vea si lo puedo entrelazar o no; al menos me quité la espinita.
De verdad, si Julián se interesó en Agustín, en parte es porque Agustín es muy inocente; Julián no quería estar de manera formal con alguien lanzado o muy abierto, no digo que si Agustín no hubiera sido virgen, no lo hubiese aceptado, porque puede no ser virgen y seguir siendo como es, pero realmente, si Agustín hubiese tenido otro carácter u otro pasado y especialmente, una actitud más ‘libertina’, seguramente no habría sido el chico que le gustara completamente a Julián.
Para Julián, los chicos tan abiertos sexualmente, solo son juguetes de una noche, por lo que si Agustín se le hubiera ofrecido desde el inicio, posiblemente solo habría tomado lo que se le ofrecía y nada más; Julián es un hombre sumamente extraño y no habría pensado en alguien así para una relación seria.
En fin, espero que lo hayan disfrutado y nos leemos luego.
Espero sus impresiones ^..^
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