Te necesito...
Los días eran largos, tediosos, aburridos; el castaño nunca había sentido tal incertidumbre ni necesidad; incluso, estuvo a punto de marcar a la casa de Nadir, después de buscar su número en la agenda telefónica de los pacientes, pero no lo hizo, pues no sabía qué decir o cómo explicar la situación, por lo que decidió esperar, una espera que lo ponía extremadamente nervioso. Todas las mañanas revisaba a primera hora quienes eran los pacientes de ese día, para ver si Nadir llegaría. Quería verlo, platicar con él, decirle lo que él también había descubierto el día que el pelinegro se había atrevido a besarlo; pero no fue hasta cuatro semanas después, que el nombre del chico apareció en la agenda.
Todo el día esperó ansioso, estaba feliz a sabiendas que lo iba a ver, pero el día transcurrió y el joven no apareció a la hora de la cita. Antes de que Paty, la recepcionista se fuera, Yoshua salió a hablar con ella.
-Paty – sonrió – ¿te avisaron por qué no vino el joven Mora?
-No doctor, pero si gusta, marco en este momento a su casa.
-Por favor Paty, es que, hoy le tocaba que le sacáramos las muestras para el paladar.
-Claro que si doctor.
Yoshua regresó al interior del consultorio, su padre estaba atendiendo a otro joven y el castaño fue a sentarse en el escritorio, escribiendo en su libreta, aunque, desde hacía un mes que no escribía lo común, el resumen de sus actividades; desde hacía un mes, escribía solo lo que sentía por Nadir, esperando que, cuando el joven fuera, pudiera mostrárselo para que le creyera que estaba enamorado de él, igual que el otro le había dicho la última vez que se vieron.
-Ya está – el hombre canoso se alejó de su paciente – es todo por hoy Alonso – bajó el cubre boca y se alejó para que el joven se incorporara, después miró a la madre del chico – ya sabe, nada de dejarlo comer cosas duras.
-No se preocupe doctor – la mujer se puso de pie – con permiso.
-Que le pongan la cita para el otro mes y que les vaya bien.
Las personas se fueron y el hombre se puso de pie – ¿Qué te pasa? – preguntó con seriedad – has estado distraído los últimos días.
-Nada – el castaño sonrió – solo que, hoy falto un paciente.
-Ah, ¿sí? – el hombre frunció el ceño – ¿Quién?
-Nadir Mora – dijo con seriedad.
-¡Ah! Ese muchacho – sonrió – no te preocupes, tiende a faltar a sus citas – dijo el hombre acomodando cosas en su maletín – no le gusta venir a verme – soltó una carcajada – ya verás que mañana, su madre lo traerá a rastras.
-Eso espero… – Yoshua se puso de pie y caminó hasta un estante de libros donde llevaban el control de los pacientes.
En ese momento Paty golpeo la puerta – doctor – dijo con seriedad – ya marqué a casa de Nadir Mora.
-Si – Yoshua sonrió – ¿qué sucede?
-Bueno – titubeó – el joven no pudo llegar hoy, porque…
-¿Por qué? – preguntó el hombre canoso ante la voz nerviosa de la recepcionista
-Es que – negó la joven – me dijeron que, sufrió un accidente en la moto al venir para acá y…
-No… – Yoshua sintió que se hundía y que todo se oscurecía a su alrededor.
* * *
Un joven de cabello castaño y ojos azules caminó por entre las tumbas, llevaba un ramo de flores en sus manos, blancas, las más hermosas que pudo encontrar.
Llegó a la tumba llena de flores recientes, pues hacía un momento habían terminado de sepultar el féretro; había presenciado todo desde lejos, no se había atrevido a acercarse, no se sentía con el derecho de hacerlo; se sentó en el césped que había al lado del cúmulo de tierra, las lágrimas recorrían sus mejillas cuando dejó el ramo de flores ahí. Se sentía mal, se sentía perdido, se sentía vacío.
-Hola… – la voz suave de una joven lo sacó de sus pensamientos – ¿eres Yoshua?
El castaño levantó la vista y observó a una joven blanca de cabello castaño, iba vestida de negro, sin maquillaje, con unos lentes oscuros.
-Si – respondió el ojiazul.
-Soy Paola – dijo tratando de sonreír pero no lo logró – hermana de Nadir.
-Hola – dijo el castaño y se limpió las lágrimas.
Ella se sentó a su lado y le dio un sobre – toma.
-¿Qué es? – preguntó confundido.
-Los últimos pensamientos de Nadir, fueron para ti – dijo lentamente – y me pidió que te entregara esto, él había escrito eso porque, temía que no quisieras hablar más con él… pero, dentro, coloqué algo de mi parte, para ti…
-¿Cómo? – el castaño levantó la vista – creí que…
-No – negó – el accidente lo dejó mal, pero murió de una complicación – suspiró – él quería ir a verte, le insistí en que fuera antes de la cita que tenía, pero tenía miedo – sollozó la joven – así que, dijo que escribiría lo que sentía, en caso de que tu no quisieras escucharlo cuando fuera a la cita que tenía con tu padre… Antier, antes de salir de casa – la joven inclinó el rostro – me pidió que le deseara suerte, porque la necesitaría, ni siquiera iba a ir en la motocicleta, porque no quería ensuciar la ropa con la que te iba a ir a ver – una risa mitad sollozo la interrumpió – yo lo acompañe a comprarla un par de días antes, se miraba tan guapo – aseguró – y no lo digo porque era mi hermano solamente, él era guapo – sonrió.
Yoshua asintió con debilidad dándole la razón.
-Pero, fue mi culpa – prosiguió – él iba a salir más temprano, sólo que, lo detuve para tomarle una foto, bueno, varias, tratando de darle indicaciones, de decirle que hacer en todo tipo de casos que pudieran presentarse, en fin, repetirle de nuevo lo que tenía días diciéndole, yo también estaba nerviosa… – la voz se le fue por un momento – entonces… Mi madre anunció que tenía que salir y que, si quería, lo llevaba al consultorio, él dijo que no importaba, que iría solo, después de todo… Así tendría más libertad… Y… Y…
El castaño se quedó sin aliento, todo lo que la joven le contaba iba tomando forma en su mente, entendía por lo que Nadir estaba pasando en ese momento, se sentía nervioso y a la vez emocionado porque se verían, exactamente igual a él, ese mismo día.
-Lo siento, de verdad lo siento… – la joven se limpió las lágrimas y guardó silencio por unos momentos –Debo irme… – anunció con calma – lamento no haber podido convencerlo de irte a buscar antes…
-Gracias – sonrió el castaño, aún estaba envuelto en sus pensamientos.
Yoshua no dijo nada más, se quedó ahí mientras la joven se alejaba; respiró profundamente y abrió el sobre, sacando, primero, la hoja que contenía para leer lo que Nadir le había dejado.
- - -
Hola… No se cómo empezar una carta, lo lamento, pero, si estás leyendo esto, es porque no puedo decírtelo en persona; lo más probable es que te sientas incómodo por lo que hice, y ni siquiera hayas querido hablar conmigo, ahora que lo intenté; lo siento, de verdad…
Quiero disculparme, pero, si no me lo permites, espero que, las palabras que están aquí escritas, no te molesten…
Lo lamento Yoshua, sinceramente, lo lamento… Sé que fui impulsivo, infantil, testarudo, algo arrogante por querer conocer algo que, quizá, no era para mí, pero, no pude evitarlo…
No pude evitarlo porque, desde el primer día que te vi, te quedaste grabado en mi alma; no supe cómo actuar, no supe que decir, me puse nervioso y me comporté cómo un idiota, es cierto, te diste cuenta ¿no es así?, pero, al salir de ahí, cuando lo pensé, supe que eras diferente, aún sin saber o entender por qué…
Me obsesioné, quizá ese fue mi error, quizá no debí precipitarme, pero no pude evitarlo. Cada pensamiento, cada sueño, cada idea, todo lo que está en mi mente, tenía y tiene que ver contigo, incluso en la escuela; todo lo relaciono contigo, con tu sonrisa, perfecta, dulce y encantadora, que hace que mi corazón palpite con rapidez; con tus ojos, tus hermosos ojos azules como el cielo, divinos, sublimes e hipnotizantes, que lograron hacerme olvidar la noción del tiempo y espacio desde el primer momento en que me perdí en tu mirada; con tu suave y sedoso cabello, que enmarca la perfección de tu rostro y hace que tu delicada y pálida piel reluzca aún más, con un aire y tinte casi etéreo, que me hace dudar que seas real… Sé que en este momento, tal vez no lo entiendas, incluso, podrías reírte de mis palabras tontas y cursis, mientras te preguntas ¿por qué? La respuesta es, porque eres perfecto, aunque suene trillado y tonto, para mí eres perfecto…
No comprendí mis sentimientos, no entendí lo que mi inconsciente me decía a gritos, me negaba a creer lo que sentía, por eso hice todo lo que podía para acercarme a ti, necesitaba estar seguro, necesitaba poder decirlo abiertamente y, cuando te besé, cuando pude rosar tus labios, lo acepté y abracé esa idea porque es un tesoro en mi vida…
Te amo Yoshua, te amo como jamás pensé que amaría a alguien…
Y no me importa que digas o pienses que soy un niño, como tantas veces me lo repetiste, no importa si crees que exagero o que estoy mintiendo, se lo que siento Yoshua, lo sé… Lo sé porque, en este preciso momento, te necesito…
Estos días me he dado cuenta de que te necesito; te necesito cómo no he necesitado nada más en mi vida, y, aunque me rechaces, eso no va a evitar que te ame y te necesite cómo hasta hoy… Debo confesar que, me he portado mal, lo lamento, pero no pude evitar el deseo de verte, aunque fuera de lejos…
Te he visto, si, te he ido a ver al consultorio, me quedo horas frente a tu casa, veo cuando cierras la puerta después de que todos se van, cuando cierras las persianas de los ventanales, cuando enciendes las luces en tu departamento y cuando las apagas para dormir. He visto cuando vas de compras para comer los fines de semana, seguramente para preparar tus platillos orientales, porque regresas en un taxi con bolsas de supermercado, pero, también he notado que últimamente has comprado algo más; cuando ya no hay nadie, cuando todos se van, sales con rapidez y entras en la pastelería de la esquina, y al regresar a tu casa, lo haces con una pequeña cajita en tus manos. Tu sonrisa cuando vas de regreso me gusta, te miras hermoso, mucho más hermoso que de costumbre… Y he tenido el impulso de encontrarte en el camino, varias veces he cruzado la calle, pero no me atrevo, me da miedo molestarte, después de todo, tú querías que te dejara en paz, pagaste por tu tranquilidad con el beso que me permitiste darte y yo, debo cumplir mi promesa, pues lo prometí y no quiero que pienses que te engañé…
Por eso, trato de contenerme; por eso no me he vuelto a acercar, ni a hablar, solo me quedo ahí, frente al edificio, hasta mucho después de que ya no hay una sola luz, hasta que me imagino que estás dormido en tu cama, descansando entre las sabanas, anhelando ser parte de ti, de tu vida… Pero, cuando me doy cuenta que no es el momento, solo, regreso a mi casa a esperar al día siguiente, para ir a verte una vez más…
Yoshua, sé que, estás pensando que solo es un sentimiento pasajero, y, te aseguro que no es así, lo sé, lo siento, me duele el pecho al pensar que me rechazarás, me duele y reniego de mi vida por no ser mayor, por no ser de tu edad, por no poder ser más maduro y consiente cómo tú, pero, te aseguró que me convertiré en alguien así, y quizá, en unos años más, cuando tenga trabajo, te prometo que será el mejor trabajo que pueda conseguir, compraré un gran departamento parecido al tuyo, y entonces seré yo quien te invite a conocerlo, tendré una mesa oriental y probablemente una excelente consola para jugar contigo; cómo ya seré más maduro, no te negaras a acompañarme a tomar una copa y, además, te prepararé de comer… Aprenderé a cocinar comida asiática, te lo aseguro, ya compre un par de libros y he experimentado en la cocina de mi casa, mi hermana y la cocinera dicen que soy un asco, pero, me animan a seguir intentando, dicen que no me dé por vencido y, por ti, Yoshua, mi amor, no lo haré… Me esforzaré, porque te quiero, conmigo, a mi lado…
Te amo Yoshua, tal vez para ti no valgan nada estas palabras en este momento, pero te lo escribo con todo mi amor… Ya no puedo ofrecerte más, porque mi corazón se quedó contigo aquel día, cuando te besé… Pero te prometo, te juro, que me esforzaré, para poder alcanzarte.
Te amo, tal vez no como merezcas, pero lucharé para lograr que, algún día, pueda amarte cómo mereces y mucho más y sé, que si me esfuerzo lo suficiente, me amarás tú también…
Atte: Nadir.
- - -
El castaño lloraba, estrujó la hoja de papel entre sus manos y gritó de impotencia, dolor, coraje. Dejó que las lágrimas fluyeran y varios minutos después, se calmó. Después, sacó del sobre lo que faltaba, una foto de Nadir, la última foto que su hermana le había tomado, vestido con su ropa en tonos azules, peinado con mechones revueltos, y una sonrisa nerviosa en sus labios; estaba nervioso ese día, no podía ocultarlo.
El castaño giró el rostro viendo la cruz que estaba a su lado, sonrió – tonto – susurró – yo también te amo y te necesito… Te necesito Nadir… Pero, ahora, soy yo el que se siente vacío… Perdóname por no haberte detenido ese día – negó – yo también estaba ofuscado, confundido, pero, te aseguro que te amé y aun te amo…
Yoshua se quedó en silencio y después se puso de pie – vendré a verte el otro mes – sonrió en medio del llanto, guardando en el bolsillo de su saco el sobre, la carta y la foto – es una cita mi amor… – dio media vuelta y abandonó el panteón. Ahora era él quien dejaba su corazón en ese lugar.
* * *
Despedida...
Bueno, este es el final, espero que les haya gustado, lamento no haberles dado lemon, pero, es mi primer Fic así; era un experimento y, aunque ya había escrito el capítulo, cuando empecé a leer los comentarios, me entró la duda de si terminarlo de esta manera o no, sinceramente, no pensé que a algunas personas les fuera a agradar del todo Nadir, pero bueno, creo que si le tomaron algo de aprecio, o tal vez, era solo porque les agradaba Yoshua, pero, de cualquier modo, creo que es el final perfecto para ellos dos… Lamento no haberles dado un final feliz, pero, creo que fue la mejor manera de terminarlo, a mi muy particular manera de ver las cosas…
Aún así, hice un capítulo extra, el cual, solo fue para complacer a aquellos que me siguieron cuando publiqué esta historia hace tiempo, pero, para mi, este es el final original.
Bueno, este es el final, espero que les haya gustado, lamento no haberles dado lemon, pero, es mi primer Fic así; era un experimento y, aunque ya había escrito el capítulo, cuando empecé a leer los comentarios, me entró la duda de si terminarlo de esta manera o no, sinceramente, no pensé que a algunas personas les fuera a agradar del todo Nadir, pero bueno, creo que si le tomaron algo de aprecio, o tal vez, era solo porque les agradaba Yoshua, pero, de cualquier modo, creo que es el final perfecto para ellos dos… Lamento no haberles dado un final feliz, pero, creo que fue la mejor manera de terminarlo, a mi muy particular manera de ver las cosas…
Aún así, hice un capítulo extra, el cual, solo fue para complacer a aquellos que me siguieron cuando publiqué esta historia hace tiempo, pero, para mi, este es el final original.
Comment Form is loading comments...