Chibi Historia 036 – San Valentin 2024 •Adrián y Marty•
Esta chibihistoria, pertenece a un grupo que fue publicada para conmemorar San Valentín 2024.
imposible invitarlo a salir. La cafetería tendría un 14 de febrero sumamente ocupado, pues no solo hubo gente haciendo pedidos para pasteles, galletas y otros dulces, sino que la cafetería tuvo que implementar un sistema de reservaciones, por lo que, durante todo el día, especialmente la tarde, ni siquiera pudieron verse.
Cuando por fin cerraron, Marty se recostó sobre una mesa, mientras Lizy hacía el corte de caja; Eduardo y Beatriz se acaban de ir, por lo que el de lentes solo esperaba a que Adrián terminara sus pendientes en la cocina de la pastelería, para retirarse a su casa, debido a que, desde inicios de año, vivían juntos.
—Bien, terminé —Lizy se masajeó los hombros—. Será mejor que me vaya a descansar —bostezó—. Fabi debes estar esperándome en el departamento, porque le dije que no sabía a qué hora volvería.
—Me sorprende que no haya venido a buscarte —comentó Marty, mirándola desde la mesa dónde descansaba su rostro.
—Sí, me amenazó con hacerlo, pero está ocupado con el proyecto de las nuevas oficinas de la farmacéutica, así que él tampoco tuvo tiempo en realidad —sonrió y sujetó su bolsa—, te encargo que cierres, Marty.
—Claro… —el universitario se puso de pie y siguió a la rubia hasta la puerta, ambos se despidieron de un beso en la mejilla y Lizy se fue de inmediato.
El de lentes cerró y fue hacia la pastelería a apresurar a su novio; solo quería ir a dormir, pero en cuanto ingresó, se dio cuenta que Adrián no estaba.
—¿Adrián? —llamó confundido y fue al vestidor.
Apenas tocó la puerta, Adrián salió y lo besó con desespero. Marty se sobresaltó, pero se dejó llevar por el beso. Cuando ambos se apartaron, Marty respiraba agitado y Adrián le sonrió.
—Extrañé besarte en todo el día, Pastelito.
—Yo… Yo también —trató de respirar profundamente para calmarse, pero al sentir las manos traviesas de Adrián en su espalda, se asustó—. ¿Qué haces?
—¿Qué hago? —sonrió con malicia—. Quiero comer pastel en este momento.
—¡¿Estás loco?!
—No —negó el mayor —. Lizy ya se fue —se inclinó y mordisqueó el lóbulo de una oreja—, estamos solos y desde hace mucho, quiero hacerte el amor aquí, en la cocina…
—¡¿Aquí?! —Marty lo sujetó de las mangas—. ¡¿Cómo se te ocurre?!
—¿Tiene algo de malo? —preguntó el castaño y comenzó a desnudarlo—. Será un secreto entre tu y yo, ¿no lo crees?
Las manos traviesas de Adrián llegaron a la piel de Marty y el pelinegro gimió. Sabía que estaba mal, pero la idea le parecía sumamente excitante, especialmente porque era su lugar de trabajo.
Tiempo atrás, había hecho algo así con alguien y había tratado de olvidarlo, especialmente por todo lo malo que había ocurrido después; ahora, haría el amor con su novio, por lo que sería un recuerdo mucho más placentero, así que no dudó más y se dejó llevar.
Cuando por fin cerraron, Marty se recostó sobre una mesa, mientras Lizy hacía el corte de caja; Eduardo y Beatriz se acaban de ir, por lo que el de lentes solo esperaba a que Adrián terminara sus pendientes en la cocina de la pastelería, para retirarse a su casa, debido a que, desde inicios de año, vivían juntos.
—Bien, terminé —Lizy se masajeó los hombros—. Será mejor que me vaya a descansar —bostezó—. Fabi debes estar esperándome en el departamento, porque le dije que no sabía a qué hora volvería.
—Me sorprende que no haya venido a buscarte —comentó Marty, mirándola desde la mesa dónde descansaba su rostro.
—Sí, me amenazó con hacerlo, pero está ocupado con el proyecto de las nuevas oficinas de la farmacéutica, así que él tampoco tuvo tiempo en realidad —sonrió y sujetó su bolsa—, te encargo que cierres, Marty.
—Claro… —el universitario se puso de pie y siguió a la rubia hasta la puerta, ambos se despidieron de un beso en la mejilla y Lizy se fue de inmediato.
El de lentes cerró y fue hacia la pastelería a apresurar a su novio; solo quería ir a dormir, pero en cuanto ingresó, se dio cuenta que Adrián no estaba.
—¿Adrián? —llamó confundido y fue al vestidor.
Apenas tocó la puerta, Adrián salió y lo besó con desespero. Marty se sobresaltó, pero se dejó llevar por el beso. Cuando ambos se apartaron, Marty respiraba agitado y Adrián le sonrió.
—Extrañé besarte en todo el día, Pastelito.
—Yo… Yo también —trató de respirar profundamente para calmarse, pero al sentir las manos traviesas de Adrián en su espalda, se asustó—. ¿Qué haces?
—¿Qué hago? —sonrió con malicia—. Quiero comer pastel en este momento.
—¡¿Estás loco?!
—No —negó el mayor —. Lizy ya se fue —se inclinó y mordisqueó el lóbulo de una oreja—, estamos solos y desde hace mucho, quiero hacerte el amor aquí, en la cocina…
—¡¿Aquí?! —Marty lo sujetó de las mangas—. ¡¿Cómo se te ocurre?!
—¿Tiene algo de malo? —preguntó el castaño y comenzó a desnudarlo—. Será un secreto entre tu y yo, ¿no lo crees?
Las manos traviesas de Adrián llegaron a la piel de Marty y el pelinegro gimió. Sabía que estaba mal, pero la idea le parecía sumamente excitante, especialmente porque era su lugar de trabajo.
Tiempo atrás, había hecho algo así con alguien y había tratado de olvidarlo, especialmente por todo lo malo que había ocurrido después; ahora, haría el amor con su novio, por lo que sería un recuerdo mucho más placentero, así que no dudó más y se dejó llevar.
Y esta fue la última Chibi historia del especial de San Valentín 2024. Espero lo hayan disfrutado.
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