Chibi Historia 002 – Destino
Kesito: Nueva chibi historia random!
—Alex...
El aludido levantó la mirada al escuchar la voz y sonrió para su esposo, quien llegaba a su lado, alejándolo de su trabajo y sentándose sobre sus piernas.
—¿Qué ocurre, conejo?
El ojiazul no respondió, pasó las manos por el cuello de su pareja y buscó sus labios de manera sensual, provocando las reacciones del otro. El rubio sonrió complacido y de inmediato, sus manos bajaron por la espalda de Erick mientras intentaba ahondar el beso sin conseguirlo.
—Quiero hacer algo… — anunció el pelinegro con una sonrisa pícara.
—¿Ah, sí? ¿Qué cosa?
—Algo que podría ser malo — sus manos se movieron por el pecho de su esposo —, incluso podría decirse que quiero portarme mal...
—¿Quieres ser malo? — preguntó el ojiverde con diversión, le gustaba a dónde estaba yendo esa plática y aunque tenía trabajo, podía dejarlo de lado — y, ¿qué quieres hacer?
—Quiero cometer un pecado...
La sonrisa se acrecentó en el rostro de Alejandro — ¿qué pecado?
Erick se removió, se acercó a la oreja del otro y después de mordisquear el lóbulo por unos instantes, su aliento rozó la piel, mientras respondía — canibalismo...
—¿Qué?
El aludido levantó la mirada al escuchar la voz y sonrió para su esposo, quien llegaba a su lado, alejándolo de su trabajo y sentándose sobre sus piernas.
—¿Qué ocurre, conejo?
El ojiazul no respondió, pasó las manos por el cuello de su pareja y buscó sus labios de manera sensual, provocando las reacciones del otro. El rubio sonrió complacido y de inmediato, sus manos bajaron por la espalda de Erick mientras intentaba ahondar el beso sin conseguirlo.
—Quiero hacer algo… — anunció el pelinegro con una sonrisa pícara.
—¿Ah, sí? ¿Qué cosa?
—Algo que podría ser malo — sus manos se movieron por el pecho de su esposo —, incluso podría decirse que quiero portarme mal...
—¿Quieres ser malo? — preguntó el ojiverde con diversión, le gustaba a dónde estaba yendo esa plática y aunque tenía trabajo, podía dejarlo de lado — y, ¿qué quieres hacer?
—Quiero cometer un pecado...
La sonrisa se acrecentó en el rostro de Alejandro — ¿qué pecado?
Erick se removió, se acercó a la oreja del otro y después de mordisquear el lóbulo por unos instantes, su aliento rozó la piel, mientras respondía — canibalismo...
—¿Qué?
Media hora más tarde, en un restaurante.
—No tienes que seducirme cada que quieres comer conejo, conejo...
—Lo sé… — los ojos azules buscaron al otro y le sonrió — pero es divertido — sentenció llevando un poco de conejo asado a su boca.
—No tienes que seducirme cada que quieres comer conejo, conejo...
—Lo sé… — los ojos azules buscaron al otro y le sonrió — pero es divertido — sentenció llevando un poco de conejo asado a su boca.
Kesito: ¡¡¡Tenía que escribirlo!!! De solo imaginar la cara que pondría Alejandro, porque seguramente él pensaba otra cosa, me dio mucha risa y quería escribirlo.
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